María Santísima de Gracia

Advocación

A partir de 1599, cuando San Juan Bautista de la Concepción recibió autorización papal para organizar la rama de los Trinitarios Descalzos, se iniciaría un lento proceso de fusión entre la advocación Nuestra Señora del Remedio y Nuestra Señora de Gracia. La tradición de siglos en la devoción a la Virgen del Remedio se extendía a las nuevas fundaciones de conventos trinitarios españoles. Sin embargo, desde sus inicios la devoción hacia la Virgen de Gracia ha estado permanentemente ligada a los Trinitarios Descalzos españoles.

El convento trinitario de la ciudad de Córdoba, fundado en 1607 por San Juan Bautista de la Concepción, se construyó sobre una ermita ya existente dedicada a Nuestra Señora de Gracia, de finales del siglo XV o principios del XVI. En dicha ermita se veneraba una imagen de Nuestra Señora con forma campaniforme, sin Niño y con las manos juntas sobre el pecho, de unos ochenta o noventa centímetros. En el libro del Protocolo de la Casa se dice que “es vestida y de mucha antigüedad y devoción; y aunque su origen y principios se ignora, no obstante se hallan noticias auténticas oy año de 1694 de más de 200 años antecedentes”[1]. Este nuevo convento mantuvo el nombre de Nuestra Señora de Gracia, fomentando su devoción no solo entre los cordobeses sino entre toda la familia trinitaria.

Virgen de Gracia 1951

Virgen de Gracia 1951. Autoría: Antonio Campos Serrano.

La devoción por la Virgen de Gracia se extendió rápidamente por todos los conventos e iglesias que los Trinitarios Descalzos fundaban, tales como Granada (1612), Alcázar de San Juan (1636), Antequera (1636), Ceuta (1681)… Concretamente en Málaga (1654), tanto la iglesia provisional como la edificación definitiva (1715), El Conventico, estuvieron dedicados a la Virgen de Gracia.

Al año siguiente de la fundación del convento de Granada, su ministro trinitario recibió la donación de una virgen para su culto, pero no contentos decidieron realizar una nueva talla “de limosna”. Cuando la tuvieron en su poder debían decidir su nombre, para lo cual decidieron escribir en un papel las opiniones de todos los religiosos; el elegido decía “Nuestra Señora de Gracia”. El convento tomó el mismo nombre. Al día siguiente, 8 de septiembre, se organizaron fiestas en su honor. “El título de Gracia le vino tan apropiado a la imagen de Granada que ha sido y es el único santuario, y mas milagroso no solo de toda la ciudad, sino de todo el reino de Granada y fuera de el; y a vistas de estos prodigios, en todos los conventos de nuestra Orden, y aun en los nuevamente fundados en el Imperio, en la Hungría y en toda la Polonia, la imagen de Nuestra Señora, Presidenta en todos ellos, tiene el titulo y advocación de Gracia; lo cual se debe a esta Nuestra Señora de Gracia de Córdoba, como origen y fuente de todas las gracias que ha repartido a todas las imágenes de Gracia de la orden; y así es frase graciosas y devota de este convento, heredada de unos a otros, el decir que Nuestra Señora de Gracia de Granada y todas las otras de la Orden son hijas de esta Señora de Gracia de Córdoba, y como tales la han heredado la gracia en el titulo y en lo milagroso[2].

Nuestra Señora de Gracia y del Buen Remedio. Madrid.

En multitud de estampas y grabados de España y América del Sur aparece impresa la expresión “Virgen de Gracia y del Buen Remedio”. La unión de estas dos advocaciones se remonta a finales del siglo XIX. Ni una ni otra se antepone a la otra, y ambas advocaciones, Remedio y Gracia, son las más queridas y fomentadas por los trinitarios descalzos españoles.

La advocación o título de Gracia, Nuestra Señora de Gracia, María Santísima de Gracia, tiene sus orígenes en el saludo que el ángel Gabriel hace a María en Nazaret: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» (Lc 1,28).

Al contrario de lo que sucede con la figura de Nuestro Padre Jesús del Rescate, no tenemos referencia iconográfica para comparar y estudiar las sucesivas imágenes de esta advocación. Salvo la referencia que se hace a Nuestra Señora de Gracia en los actos inaugurales del Conventico[3], en 1715, no encontramos otra alusión hasta la reorganización de la Hermandad, cuando a partir de 1949 pasa a titularse Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia. De la imagen que regalara Campos Serrano y que fuera bendecida junto con la talla del Cristo en 1951 apenas tenemos referencias, pues todo el esfuerzo de la recién reorganizada Hermandad se centraba en sacar adelante la sección del Cristo y su grupo escultórico.


[1] PORRES ALONSO, Bonifacio: Nuestra Señora de Gracia. Un convento cordobés del siglo XVII, CajaSur, Córdoba, 1998, pág. 24.

[2] PORRES ALONSO, B. y ARIETA ORBE, N.: op. cit. pág. 247.

[3] PURIFICACIÓN, Fr. L.: Octavario Sacro de las Solemnes y Suntuosas fiestas que los RR.PP. Trinitarios Descalzos Redentores de Cautivos, celebraron en la Traslación del Smo. Sacramento a su nueva Iglesia, dedicada a la Beatísima Trinidad, cuya patrona y abogada es MARÍA SS. DE GRACIA. Demostraciones festivas de esta nobilíssima ciudad de Málaga. Panegíricas Oraciones, sagrados y sutiles Poemas, Imprenta de Juan Vázquez Piédrola, Málaga, 1716. En su Cap. III,  «De la fábrica del Convento de María Santísima de Gracia», se dice que «vanían la mejor Aurora María Santísima de Gracia a quien alumbran ochenta luces en sus ricas y preciosas andas de carey y nácar, con tanta riqueza, que es poca ponderación decir, que el Potos; pueso en la Divina Señora todo lo que oculta sus entrañas; tan hermosa, agradable,y risueña, entre lo majestsuoso de su Rostro se ostentaba la Soberana Emperatriz de los Cielos, que fue singularísima la conmoción, que causaba su vista en todo el numeroso consurso…«

Talla

Virgen 1957. Autoría: Antonio Castillo Lastrucci.

Virgen 1957. Autoría: Antonio Castillo Lastrucci.

El 24 de junio de 1954 se escribe una carta a Castillo Lastrucci con la intención en firme de realizar una talla de su Titular, así como las condiciones que «podría otorgar a un Hermano de esta Cofradía que piensa realizar la donación de la Imagen de la Santísima Virgen de Gracia. Desde luego y como quiero recordar manifesté a su hijo en mi última visita a ésa, este Hermano tiene vivo deseo de que la Imagen fuese de talla total y basada en la Dolorosa de Salzillo«. En varias ocasiones insistió la Hermandad a Antonio Castillo para que hiciese la talla de la Virgen, pero éste daba largas por el mucho trabajo que tenía.

Pasada la Semana Santa de 1956 le hicieron saber a Castillo Lastrucci que «como todavía nos dura la euforia propia de estos menesteres cofradieros, hemos decidido que el próximo año sea procesionada la Sagrada Imagen de María Santísima de Gracia, por lo cual, vuelvo a rogarle colabore con nosotros en dicho propósito, confeccionándonos la referida Imagen conforme tenemos ya acordado«.

Haciendo un gran esfuerzo, Antonio Castillo accedió a los deseos de la Hermandad que por fin pudo bendecir a su nueva Titular el 9 de diciembre de 1956 en la Capilla del Hospital Militar. Y a partir de ahora, además de la Cofradía del gran grupo escultórico, sería conocida como la de la Virgen sin corona, la de la mirada hacia el cielo y su mechón de pelo sobre el hombro.

Restauración

Las inclemencias del tiempo, el humo y el polvo que debía soportar en su Capilla produjo en la talla abundantes desperfectos. Así, en 1983 Luis Álvarez Duarte acomete la restauración, pero se convirtió en «un proceso de renovación integral de la mascarilla y manos, que han revertido en la llamativa y novedosa belleza de la actual Virgen de Gracia«. Efectivamente, el trabajo de Luis Álvarez Duarte estilizó sus cejas, perfiló su nariz, enfatizó su boca, pronunció suavemente sus pómulos, exageró las marcas el cuello y recortó todo su cabello -lo que sin duda agradó a sus Camareras-, produciendo una belleza casi perfecta en su cara.

En 2004, la restauradora Beatriz Prado sometió a la talla a un proceso de restauración.

Artículos relacionados