Encendido de velas, preludio de la salida procesional

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Reunión con las familias

El pasado Sábado de Pasión 24 de marzo se realizaron los últimos actos antes de la salida procesional. Efectivamente, a media mañana los jefes de procesión y mayordomos de niños se reunieron en nuestra casa de hermandad con las familias de los nazarenos más pequeños para darles las últimas consignas de organización y repartirles las pulseras identificativas.

Por su parte, los mayordomos y capataces de los tronos tuvieron sendas reuniones con los portadores, no solo para concretar y recordar con ellos algunos aspectos de la salida procesional, sino también para agradecerles su dedicación y esfuerzo en forma de diploma a los que cumplían 15, 25 y 35 años llevando sobre sus hombros a nuestros Titulares.

Ya por la tarde se procedió a colocar en la candelería de María Santísima de Gracia la vela «Lágrima de vida» como símbolo de adhesión de nuestra Hermandad a la campaña de donación de órganos.

Algo más tarde, a las nueve de la noche, dió comienzo el encendido de velas de los tronos procesionales de nuestros Titulares, último acto preliminar a la salida procesional del Martes Santo. Fue un acto sencillo, íntimo, de comunión directa con nuestros Titulares; toda una atmósfera pensada para que las miradas se centren en Jesús del Rescate y su madre María Santísima de Gracia, centro de nuestros esfuerzos y desvelos.

Tomó la palabra el jefe de protocolo, Juan Antonio Vargas, para dar la bienvenida al numeroso público asistente. A continuación, el director espiritual de la Hermandad, padre Antonio Munsuri Cuesta, C.P., dio lectura a los relatos referidos al pasaje evangélico del prendimiento de Jesús y el anuncio que el ángel dio a María como la “Llena de Gracia”. Tras esto, las saetas interpretadas por Luz María complementaron el momento en el que las velas de la candelería de María Santísima de Gracia y los arbotantes de Jesús del Rescate eran encendidos por hermanos y componentes de la junta de gobierno, al término de lo cual el público asistente irrumpió en un fuerte y prolongado aplauso.

Con este acto ya comienza la cuenta atrás para nuestro día grande.

 

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