Una Cuaresma en el corazón

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Querido hermano,
estas líneas son para ti. Ha llegado el Miércoles de Ceniza, nos habría encantado volver a reunirnos en esa mágica capilla de calle Agua junto a Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia. No lo estamos de forma presencial, pero en nuestros corazones Ellos deben estar más presentes que nunca.

Repite como cada año ese lema introductorio a la Cuaresma: «Conviértete y cree en el Evangelio» (Mc 1, 25). Vive como siempre este tiempo de sobriedad, que los nervios y la ilusión por vivir un nuevo Martes Santo nunca se apaguen. Sabes esperar, sabes que Jesús del Rescate y la Madre de Gracia te piden esperar un poco más. En la capilla de calle Agua el Señor y su Madre miran hacia la calle Victoria, te miran a ti, cuidan de ti y de los tuyos.

Sabemos que es complicado, llega la Cuaresma y no tienes tu túnica colgada en casa, todas esperan una nueva primavera para salir de los armarios de la casa hermandad. Vive una Cuaresma en el corazón, volverán los ajetreos propios de este tiempo. Toca esperar, ser pacientes y rezar antes nuestros Sagrados Titulares.

«Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás» (Génesis, Cap. 3, Vers. 19). Demostremos que la fe todo lo puede, porque Jesús siempre acudirá a nuestro Rescate y María Santísima nos llenará de Gracia siempre que necesitemos su amparo.

Querido hermano, cuídate mucho. Siente la espera como cada año, el Martes Santo está a la vuelta de la esquina, y estaremos. Ellos nunca nos fallan.
Y recuerda, siempre Rescate. Hay que seguir caminando ‘Al compás de calle Agua’.

José Miguel Ramírez

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