Somos una cofradía con hondas raíces trinitarias, pues nuestro origen se remonta a finales del siglo XVII cuando los trinitarios descalzos rescataron una imagen del poder de los moros. Desde entonces esa imagen se llamó del Rescate o Rescatado. Durante más de 150 años permaneció nuestra Hermandad en el convento trinitario de Nuestra Señora de Gracia, conocido por los malagueños como el Conventico, hasta que la desamortización de Mendizábal hizo que nuestra Hermandad buscase refugio en San Juan primero y Santo Domingo después, hasta su reorganización en 1949. Desde entonces, las advocaciones de nuestra Hermandad son Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia, las dos advocaciones con más devoción dentro de la familia trinitaria.
Una vez reorganizada la Hermandad del Rescate se ubicó en el barrio de la Victoria, concretamente en calle Agua 15. Su integración en la vida del barrio victoriano ha sido y es una constante desde entonces.
Aunque pertenecemos a la feligresía de San Lázaro, nuestros Titulares se veneran en una de las escasas capillas callejeras que permanecen en pie en nuestra Málaga. Es la capilla de calle Agua, conocida también como Faro de la Victoria. Esta singularidad hace que Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia reciban a diario la visita de sus vecinos y devotos, pues no existe horario que lo impida, al encontrarse la apilla en la misma acera de tránsito.
Los colores de las túnicas, el grupo escultórico del trono del Cristo, el trono de estilo neogótico de la Virgen, el orden de la procesión y la presencia de numerosos nazarenos en la misma… son otras señas de nuestra Hermandad.
El trabajo, el esfuerzo y el sacrificio en el resurgir de la Hermandad durante los difíciles años de la postguerra, ha sido sin duda alguna el mejor legado recibido por los actuales dirigentes del Rescate, que hacen de esta Hermandad un permanente centro de innovación, de acercamiento de niños y jóvenes, de pioneros en multitud de proyectos… concretados en la casa de hermandad, los tronos, las actividades, los cultos…